CAFÉ
El vocablo café, del italiano “caffe”, proviene del turco “cahve” o “kahve”, y éste del árabe “qahwah”.
Las relaciones sociales, el intercambio amistoso de las personas, la oportunidad de los encuentros para cotejar afectos, experiencias e inquietudes, la hospitalidad que obliga a obsequiar una bebida estimulante a la visita. Todas estas circunstancias dan protagonismo al café como bebida de infusión popular, difundida y apreciada en el mundo entero. Desde la más humilde morada en el más remoto pueblo, hasta la mansión de mayor lujo en una metrópoli y en cualquier establecimiento comercial donde se reúne la gente a conversar, resulta imprescindible la presencia de una taza pequeña o grande, fuerte o “aguarapado”, puro o con leche, de un aromático café. En Venezuela existe una verdadera cultura del café, rica, variada, presente en la cotidianidad de la vida, enriquecedor de la lengua y de las costumbres. Con una clasificación extensa de los tipos de café: negro corto, negro largo, guayoyo, express, marrón corto, marrón largo, café con leche claro, café con leche oscuro. A principios de los años 50 en Venezuela empezaron a aparecer las máquinas italianas de café express, llamado así por la forma rápida en que se elabora a través del vapor, más prácticas que las aparatosas cafeteras y más higiénicas que el primitivo colador en forma de embudo, con un café concentrado y mucho más gustoso. El primer café express que se expendió en Ciudad Bolívar fue en el “Café Bolívar”, ubicado en la esquina de las calles Zea con Roscio, frente al Grupo Escolar Estado Mérida, en los primeros años de la década de los 50, cuyo propietario era un señor de origen italiano apellidado Peregrino.
La historia reseña que quien introdujo el cultivo del café en el país y ofreció la primera taza de café en la Caracas colonial de fines del siglo XVIII, fue un sacerdote, monseñor José Antonio García Maldonado, quien cultivó el fruto con notable éxito en las fértiles tierras aledañas a Caracas, donde también se daba un excelente cacao. El padre García Mohedano llegó en 1804 a Angostura, capital de la provincia de Guayana, para sustituir como Obispo de la Diócesis a Monseñor Francisco de Ibarra y Herrera, quien había sido designado Arzobispo de Caracas. Monseñor García Mohedano, introductor del café en la otrora provincia de Venezuela, muere en 1804, en la misma ciudad de Angostura y sus restos reposan en la Catedral Metropolitana de Ciudad Bolívar.
Se ha considerado que el café proviene de Arabia, de hecho la tradición en el consumo de esta bebida es muy antiguo y bien apreciado tanto en los países que ocupan la península arábiga como en el Medio Oriente, elaborándose una gran variedad de café, aromatizado con hierbas y especias muy originales. Pero hay autores que consideran al café originario de Abisinia (hoy Etiopía). De cualquier manera, el territorio etíope está ubicado al noreste del continente africano, frente a la península arábiga, separada de ésta por el mar Rojo.
Comercialización
El primer establecimiento comercial en expedir café del que se tenga noticias, data de 1652, en la ciudad de Londres. Pero mucho antes, dentro de las carpas de los beduinos de los desiertos del Oriente Medio y casas de piedra de las montañas, en la misma región, tenían la costumbre de servir al visitante una taza del aromático brebaje, aliñado con hierbas y especias.
Los que reseñan la historia del café como producto de intercambio y valor económico, afirman que desde Arabia el producto llegó a Siria, luego a Egipto y después a Europa durante los siglos XVI y XVII, posiblemente a través de Venecia. La gran aceptación que tuvo la infusión en el Viejo Continente, hizo que intentaran su cultivo en sus colonias de transmar. Los holandeses lo aclimataron en la isla de Java y posteriormente en las Guayanas, mientras los franceses lo hacían en las Antillas, de donde pasó a Brasil y otros países sudamericanos, especialmente Colombia y Venezuela De cualquier forma, desde el siglo XVIII se acrecienta la demanda de café desde Europa, permitiendo desarrollar el cultivo de grandes plantaciones, principalmente en el Continente Americano, pues aunque el café es originario del Oriente Medio, se produce mucho mejor en las regiones intertropicales de Centro y Suramérica. Brasil es el mayor productor de esta semilla aromática a nivel mundial, le siguen Colombia, México, Guatemala, Costa Rica y Ecuador. Venezuela hasta bien entrado el siglo XX fue un gran productor cafetalero. Las grandes haciendas de café, principalmente en el Estado Táchira, hicieron de ese fruto el primer producto de exportación, pudiendo competir con Colombia. Inclusive, la llamada “Invasión de los 60”, propiciada por Cipriano Castro en 1899 y que llevaría a los andinos al poder
desde esa fecha hasta mediados del siglo XX, fue financiada por los grandes productores de café de los Andes, Juan Vicente Gómez entre ellos, hartos del abandono a que eran sometidos por el gobierno central de Caracas, a pesar de que ellos aportaban la mayor cantidad de divisas por exportación que recibía el país. Desde 1930, aproximadamente, el petróleo sustituyó al café como primer producto de exportación en Venezuela, pero se siguió produciendo y con reconocida calidad.
by Alfredo Ynatti, para la Exposición "Huele a café" de Mirla Soto / Guayana y Táchira, Integración.
